A Dani por llevarme a conocer el
lugar en el que quiero morir.
Sí, era ése.
Las hadas de los sueños me lo
habían revelado en sus cartas profundas
en medio del temblor que causaba
la extrañeza.
Reí de ellas pero no por mucho tiempo.
Los espasmos dolorosos del recuerdo,
atraían a mí la terrible sinfonía
de aquel lugar.
Lo reconocí porque el viento huele a
muerto y las calles desoladas pugnan
por primaveras menos estrujantes.
La ansiedad se convierte en el néctar que
suave emerge de tus labios
en la agonía del que
ha perdido los suspiros,
del que ha perdido la cordura.
Las miradas ajenas revolotean
a la par de los jirones del
tiempo que cortan el aura
de quien lo posee.
(Porque aquí el tiempo se
perdió para siempre, para nunca)
Los aciertos se cuentan en vestigios insomnes,
las ventanas en estrellas malditas...
Sí, es ése...
Ayer entre temblores lo supe.
6 comentarios:
A veces las cosas más profundas se nos revelan de manera casi imperceptible o incomprensible.
Un temblor, una mirada hacia el vacío, el signo de que mañana amanecerá nublado.
Las ventanas que se cuentan en estrellas malditas...
Un beso Tania.
Que estés bien en abril.
Rafael.
¿no tendrás tacicardia?
Axterión dijo...
¿no tendrás tacicardia?
No sé, a lo mejoi!
chale que onda conmigo, quería decir taquicardia, jejeje... (andaba muy mal)
Salu2.
se nota, hijo, ya deja esas cosas que te hacen daño!!
Nah, no es cierto!!
Besos con gloshhh!!!
Ay canija! yap te encontre! inche pachis... que pedo llegar a ti caraja._
Me encanta como te expresas pachis, pero me gusta màs como me haces sentir cuando te compartes, te entregas, te das.
Neta.
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