jueves, agosto 20, 2009

Escribes?




O sea que tú escribes también?

Mmm, sí, pero sólo en las paredes de mi casa o mi firma en los recibos de mi tarjeta, como aquí, ves?

martes, junio 02, 2009

I'm back to UAM, bitches!!!

Uno conserva siempre su escencia, la mía es de lingûista, pero el camino me lleva a otro lugar.


Iztacalco, Ciudad de México, mayo 2009.

jueves, mayo 28, 2009

Dans la oscurité (3) (Llénate de mí)

Llénate de mí.
Ansíame, agótame, viérteme, sacrifícame.
Pídeme. Recógeme, contiéneme, ocúltame.
Quiero ser de alguien, quiero ser tuyo, es tu hora.
Soy el que pasó saltando sobre las cosas,
el fugante, el doliente.

Pero siento tu hora,
la hora de que mi vida gotee sobre tu alma,
la hora de las ternuras que no derramé nunca,
la hora de los silencios que no tienen palabras,
tu hora, alba de sangre que me nutrió de angustias,
tu hora, medianoche que me fue solitaria.

Libértame de mí. Quiero salir de mi alma.
Yo soy esto que gime, esto que arde, esto que sufre.
Yo soy esto que ataca, esto que aúlla, esto que canta.
No, no quiero ser esto.
Ayúdame a romper estas puertas inmensas.
Con tus hombros de seda desentierra estas anclas.
Así crucificaron mi dolor una tarde.
Libértame de mí. Quiero salir de mi alma...

De Neruda.

Pour toi... tu me connais et je t'adore!

:)


Iztacalco, Ciudad de México, mayo 2009

jueves, mayo 07, 2009

jueves, marzo 19, 2009

Ma Otre Famille

Mis mejores amigos y yop acá chingándonos toda la risa del mundo.


Gracias lindos, por quererme tanto ya saben que yo a ustedes les quiero igual.



Casa de Chana en la Colonia Morelos, Tampico Tamaulipas, marzo 2009.

domingo, marzo 08, 2009

Sonetos Nocturnos en verde

I

Tiempo soy entre dos eternidades.
Antes de mí la eternidad y luego
de mí, la eternidad. El fuego;
sombra sola entre inmensas claridades.

Fuego del tiempo, ruidos, tempestades;
sí con todas mis fuerzas me congrego,
siento enormes los ojos, miro ciego
y oigo caer manzanas soledades.

Dios habita mi muerte, Dios me vive.
Cristo, que fue en el tiempo Dios, derive
gajos perfectos de mi ceiba innata.

Tiempo soy, tiempo último y primero,
el tiempo que no muere y que no mata,
templado de cenit y de lucero.


Por Carlos Pellicer, es que me acordé de éste!!!!

Copilco, Ciudad de México, marzo 2009.

jueves, marzo 05, 2009

The accident

Recuerdo que llegué por la mañana a la casa de la abuela, ella salió al escuchar la camioneta de Vivi y me dio un abrazo, me vio llorando y me dijo que me metiera a bañar. Cuando salí de la ducha, allí estaba César, quien no acertó a decir nada y sólo me abrazó. Allí sentí cómo mi vida entera se cayó a pedacitos y empecé a llorar como nunca me verán volver a ver llorar ellos. Le conté cómo fue que me cambié de camión porque en el que yo iba se había descompuesto y cómo fue que toda la gente que viajaba conmigo me dio abrazos sin cesar hasta treinta minutos después.

Salí de la casa de la abuela como a las diez de la mañana, Vivi me advirtió que si no dejaba de ser la sopa que ya era, no me dejaría estar en la sala. Así que decidí fingir y sequé mis lágrimas que a esa hora y con ese clima se mezclaban con el sudor y la fatiga.

En el radio del taxi, sonaba una canción que no preciso, pero que me hacía llorar más por dentro que por fuera.

Cuando llegamos, sentí cómo las piernas me temblaban y le pedí a Vivi que me llevara mejor a comprar agua. Cuando regresamos, me sentí como cuando estuve con él por primera vez, ansiosa, doliente, caliente, todo al mismo tiempo y sin razón.

Vi que era un montón de flores, todo rodeado de aromas a flores que sé que a él no le gustaban, recordé una vez que estábamos sentados en el patio y me dijo que le encantaban los claveles porque eran muy sencillos y rojos y no son comunes y me gustan.

Todos lloraban, yo más, es difícil, le había dicho a César, te acuerdas que te había contado de nuestros planes, que me había dicho que íbamos a estar juntos, que me urgía por eso terminar la escuela, dejar el DF y todos mis desmadres, dejar de molestar a la gente, porque sabía que él y yo siempre íbamos a estar juntos, pero mira.

Vivi salió de la sala porque le daba pena que yo llorara demasiado, mi suegra me vio, me abrazó y me dijo que me estaban esperando.
¿Ya lo viste, hija?
No.
Ven.

Y ese fue el fin, te empecé a hablar muy quedito, pensé que sería bueno decirte cuánto te amaba, decirte las cosas que siempre me callé por idiota, darte las gracias por quererme tanto, a pesar de todo, por encima de todo, decirte que siempre me sentí muy orgullosa de ti, de todo, de nosotros, de estar juntos, de decirte que quería estar contigo, decir por fin el tan prolongado sí, acepto, de enojarnos y escribirnos cartas, de molestarnos, golpearnos, mordernos, insultarnos, de hacerte el amor en el ataúd, y en el coche y en la calle y frente a la casa de mis abuelos y en el baño de tu casa en las cenas familiares y en el cuarto que compartes con Mau, de saltar de las escolleras, de ir en patines a la alberca y entrenar basquet en el parque a las doce del día.

Pero no, ya no escuchabas nada. Mucha gente se acercó a mí para abrazarme, a darme el pésame, yo no los conocía a ellos, ellos a mí sí, pero es que en ese instante yo sólo te conocía a ti.

No preciso la sensación que tuve de verte en la primera plana del periódico, en esa foto que muchas veces he visto interpretada en otros escenarios, sin el corsa azul, sin tu cadáver. Quise enloquecer, golpear al fotógrafo y al reportero de nota roja, quise estar allí para abrazarte por última vez, quise ser esa maldita lluvia, quise ser todo aquello que un día me negué a ser.


Recuerdo los tiempos hermosos, ésos en que con tus abrazos me matabas, en los que jugábamos a ser malos el uno con el otro, los tiempos de las llamadas románticas en los cumpleaños, los días de ir a pasear a la playa y de tomar café frío en el centro, los tiempos de ponernos ebrios con la complacencia del modelorama de enfrente de tu casa, los tiempos de decir que eras mío y yo tuya, de hacer por el otro, de dejarnos soñar en latitudes diferentes.

Justo antes de que ya no estuvieras sobre la tierra, te dejé una gran flor blanca en el pecho, espero que con ella te acuerdes que me debes unos patines y una ida a la playa que quizá se posterguen para la otra vida, cuando te vuelva yo a encontrar y aprenda a disfrutar el tiempo y la eternidad a tu lado.


(Ojalá lo supieras)

miércoles, marzo 04, 2009

Get on your boots


The future needs a big kiss
Winds blows with a twist
Never seen a moon like this
Can you see it too?

Night is falling everywhere
Rockets at the fun fair
Satan loves a bomb scare
But he won’t scare you

Hey, sexy boots
Get on your boots, yeah

You free me from the dark dream
Candy floss ice cream
All our kids are screaming
But the ghosts aren’t real

Here’s where we gotta be
Love and community
Laughter is eternity
If joy is real

You don’t know how beautiful
You don’t know how beautiful you are
You don’t know, and you don’t get it, do you?
You don’t know how beautiful you are

That’s someone’s stuff they’re blowing up
We’re into growing up
Women of the future
Hold the big revelations

I got a submarine
You got gasoline
I don’t want to talk about wars between nations

Not right now

Hey sexy boots...
Get on your boots, yeah
Not right now
Bossy boots

You don’t know how beautiful
You don’t know how beautiful you are
You don’t know, and you don’t get it, do you?
You don’t know how beautiful you are

Hey sexy boots
I don’t want to talk about the wars between the nations
Sexy boots, yeah

Let me in the sound
Let me in the sound
Let me in the sound, sound
Let me in the sound, sound
Meet me in the sound

Let me in the sound
Let me in the sound, now
God, I’m going down
I don’t wanna drown now
Meet me in the sound

Let me in the sound
Let me in the sound
Let me in the sound, sound
Let me in the sound, sound
Meet me in the sound

Get on your boots
Get on your boots
Get on your boots
Yeah hey hey


By U2


Ya quiero tener ese discoooooooooooooo!!!


Coapa, Ciudad de México, marzo 2009

domingo, marzo 01, 2009

Une porte





Quiero encontrarme con Dios para matarlo con una katana Hatori Hanzo.

Quiero encontrarlo y reclamarle el quererme tanto, el haberme hecho llegar hasta aquí.

Encontrarlo y reclamarle todos los que se han ido, no al inframundo, sino a otras latitudes de este mismo caliente planeta.

Pedirle que borre de este cielo mi maltrecha existencia, pero implorarle un último latido para desperdiciarlo en llanto, un último sofá en la calle para poder dormir.

Un último vuelo, una última cogida con un leve instante de placer.

Un último micrófono para gritarles a todos cuanto los odio, cuanto los amo, cuanto me duelen. El último ojo para ver un documental de ballenas en explosión y leer el periódico on line.

Un último destello fugaz para teclear este cuento, una última vergüenza para tener que peinarme.

Un último golpe para volverme más ególatra y el último complejo para decirle a Beau que lo amo.

El último coraje para asesinar (antes) a todos aquellos que amé y no me amaron. Para ser emo y sentirme tan burguesa como nunca pude. Tan cadáver como todos los que he visto en féretros o feliz como aquellos cadáveres que deambulan por las calles.

Los últimos pies para bailar sones jarochos y correr por esa cintura que tanto me enloquece.

Pero sobre todo, el último viaje sin retorno al inframundo para no pagarle a Caronte el peaje.

Nos veremos pronto, Dios y entonces temerás por mí.

miércoles, febrero 25, 2009

Miércoles de Ceniza (I believe)

Te vi en la iglesia ese miércoles de ceniza, estabas así, como siempre me gustaba verte, con tu suéter capuccino, con tu cabello bien ordenado, con tus zapatitos cafés, con ese aire que te daba tener miles de años más que yo.

Estabas en las primeras filas, escuchando el sermón, leyendo el Evangelio con tus pequeños lentes.

Recordé cómo eran los días de aquellos años, leíamos como locos y cantábamos canciones españolas y argentinas espléndidamente aprendidas en alguna estación de radio que no tuviera jazz. Recuerdo también que el café sabía mejor si estábamos juntos, aunque estuviera muy azucarado.

Los días eran buenos, sin duda, pero dejaron de serlo cuando el sistema nervioso nos falló y nos convirtió en sus esclavos. Cuando el temor y la incertidumbre nos atacó como un incendio en Australia, como el cambio climático afecta a las ballenas, sí, así.

Te vi ese miércoles de ceniza y quise correr a tu lado, cantarte al oído que yo quiero ser... por siempre, por siempre, por siempre, decirte que la coincidencia nos hacía particípes del paso de los cometas y el alineamiento celestial, que nos convertía en uno otra vez. Que el sonido viajaba a nuestro favor y los sueños caminaban en nuestros zapatos.


Salté cuando era mi turno, cuando me llamaron, entonces descubrí que estabas allí, sentado sin atender a nada, a nadie.

Me sentí tan transportada al pasado y al momento exacto del dolor que salí de la iglesia, caminé hasta el café, pensando que quizás habrá otro día.

martes, febrero 24, 2009

Ejercicios

Filtro de color


Sepia


BW


Normal

jueves, enero 29, 2009

¿Puedo?



Puedo mentirle al tiempo diciéndole que nuevamente lo he alcanzado y que los sueños se vienen otra vez como cúpulas etéreas.

Puedo mentirte a ti y decirte que presta voy a tu encuentro, pero en el corazón la razón y el pudor pueden más que en el infinito.

Puedo, podría no lo sé y tú?

miércoles, enero 28, 2009