Señorita coneja mística, Fotógrafa, esposa y meretriz de un Vaquero talentoso. Seguidora del cabello con colores anaturales y de Lady Gaga, topo ciego en días soleados, creyente en La nada completa, me acuesto a hacer el amor con las letras nocturnas que rondan mi almohada todas las noches.
Melómana, adoradora del lenguaje natural y las Ciencias Reales del Lenguaje. Habladora empedernida de cuerpo pequeño, nariz redonda con potables piernas y deplorables ideas.
Pornógrafa moderada, artista emergente, políglota en registros (no en códigos), Chica Metro (y 56), reporñera efímera, Reformera acabada.
Lingüista defaudada, coleccionista de monedas de 5 pesos, Crítica literaria en vías de desarrollo por la UAM.
Viuda superada, alcohólica en rehabilitación, drogadicta olvidada, insomne irremediable, ahora media fumadora.
Fanática de la Generación del 20, las Vanguardias y las musas cuentistas de mitad de siglo. Viajante visual, estencilera en receso.
Amante solitaria de los nombres de las palabras y sus funciones, pero con mala redacción.
De mis 9 hermanos, 7 viven en el Golfo de México esquivando balas, uno está en la escuela y el otro está perdido en españa. Hija adoptiva de 2 artistas: una editora y el otro dibujante y también de una pareja de señores sobrevivientes al milagro mexicano.
Chida, Chic, fashionista encubierta, lectora de revistas de moda -como Vogue-, mexicana, ñoña, Diabla roja, sanguinaria, lectora de nota roja, modelo antiprofesional con ínfulas de Miss Metro. Norteña de corazón.
Casada desde hace 8 meses con un Vaquero de geniales ideas y talento de sobra que a veces tiene mal humor, de cabello rizado que siempre se deja llevar de viaje y con quien me gustaría despertar todas las mañanas de mi existir.
Deseo un Perro Pepe y una pequeña casa, una cámara réflex y una Verito con mini tenis Vans incluidos. Formaré el nuevo Buuuuuum Latinoamericano.
Sí, esta loca mujer soy yo.
Coapa, Ciudad de México, mayo 2010.
